IDEARIO - AUTOGOBIERNO AYLLU

IDEARIO

La sociedad Inca y pre Inca que vivió por más de 10,000 años fue saqueada y extirpada por la invasión española. Durante la colonia impusieron nuevas formas de vida. Este mismo modelo se viene aplicando durante la vida republicana del Perú que ha demostrado su fracaso en su implementación. La cultura andina amazónica está vigente en nuestros pueblos y como hemos señalado en varias oportunidades, el problema principal del país es el colapso de la representación política. Desde fines de los ’80 está en escombros una representación política surgida en los inicios de la época republicana bajo moldes coloniales, aristocráticos, elitistas, y centralistas. No se trata de reformar o restaurar lo que ha colapsado. Por ello, cualquier nuevo intento centralista impulsado por figuras de caudillos salvadores que no encaran de raíz la naturaleza aristocrática y centralista de la representación, está destinado a incubar nuevas frustraciones. Desde Ayllu optamos por construir una nueva representación que parta de los cimientos, desde lo comunal, distrital, provincial, y regional, para calificarnos con ejercicio de buena vida y buen gobierno que nos permita ganar el derecho a avanzar a gobernar el país.
No nos parece correcto construir una organización política de puro corte electoral. No creemos que la fórmula sea conseguir un buen candidato, inscribir un partido, y hacer campaña para que el candidato carismático ayude a que otros candidatos ganen elecciones y así pasen a asegurarse un mejor estatus social y económico por 4 o 5 años. Esos son más proyectos de aspiraciones personales que nada tienen que ver con una utopía de cambio social y cultural de cambio radical.
La construcción de una nueva representación política implica, en principio, determinar que somos un país de pequeños propietarios y que la fuerza social que liderará un profundo cambio político, económico, social, y cultural, es la fuerza de los pequeños productores emprendedores andino amazónicos. Los pequeños productores son quienes desde décadas atrás vienen siendo los impulsores del desarrollo de las fuerzas productivas del país, sin apoyo del Estado, sin política a su favor, y pasando por encima de trabas y limitaciones impuestas por el Estado.
En cada pequeño productor duerme un emprendedor e innovador que debemos impulsar a que se despierte y desate sus conocimientos y capacidades humanas para convertirlas en fuerza de cambio social y cultural. Los emprendedores están en el campo, construyendo alternativas de seguridad alimentaría y generación de ingresos impulsando el desarrollo del mercado interno en base al progreso de la pequeña producción y comercio. Emergen también en las experiencias de democracia participativa con el ejercicio de los derechos a tomar decisiones, participar en la gestión y realizar fiscalización social, que está permitiendo reorientar los recursos de los gobiernos locales hacia prioridades productivas.

En el Perú, todo indica que el electorado sancionará a los partidos y liderazgos nacionales tradicionales. Lo nuevo y diferente en relación a la experiencia boliviana es que los partidos regionales que apostamos por una representación de gobiernos locales, y regionales como una vía de reconstrucción de la representación política, no disgregaríamos sino que integraríamos ya que estamos articulados en la Comunidad Nacional De Regiones, con la clara perspectiva de construir una nueva representación nacional descentralizada en una comunidad política nacional integrada por partidos regionales, es decir con descentralismo incorporado en ola práctica y en lo orgánico, con relación horizontal entre pares y no descentralismo sólo en el discurso y con práctica aristocrática de dirección centralista limeña.
La construcción de la nueva representación implica también que surjan nuevos rostros de los emprendedores que se han puesto a andar y de los que están entrando en estos procesos. De estas canteras surgirán los nuevos liderazgos para la nueva representación.
Los partidos regionales tenemos que forjarnos en la fragua del impulso al desarrollo del mercado interno en base al progreso de la pequeña producción con democracia participativa. Tenemos que ponernos a la cabeza del desarrollo de capacidades humanas en: conocimientos tecnológicos e implementación de tecnologías. Investigación científico tecnológica de nuestra mega biodiversidad biológica, genética, y cultural. En la reforma educativa y reforma universitaria. En nueva organización para la competitividad que permita ganar mercados a favor de la pequeña producción. En gestión empresarial, gestión pública, y de políticas públicas para calificar funcionarios y gobernantes de nuevo tipo que garanticen buena vida y buen gobierno en aportes concretos a la integración con soberanía y complementariedad fortaleciendo la naciente Comunidad Sudamericana de Naciones como bloque de la gran patria americana que soñó Bolívar para establecer relaciones soberanas con los bloques de USA, Europa, y Asia, desde la organización social, el emprendedurismo económico y cultural desde los espacios de gobierno que ganemos.
Mereceremos ganar las elecciones en municipalidades distritales y provinciales y en gobiernos regionales, si antes, desde abajo hemos hecho méritos impulsando la democracia participativa y el desarrollo productivo de nuestras localidades. El cambio en la forma de hacer política es dejar a tras esa vieja comprensión de la política basada en figuras públicas que hablan bien y prometen que el mundo cambiará si es que votas por ellos. La nueva forma de hacer política es promoviendo cambios concretos desde las organizaciones sociales de emprendedores e innovadores y dando el salto a producir modificaciones en la orientación de los gobiernos locales y regionales con propuestas a presentar en los espacios de participación ciudadana como son los presupuestos participativos. Realizar experiencias sociales, validarlas, y trazar un camino donde el protagonismo de las organizaciones sociales logren que se conviertan en políticas de gobierno.

COMITÉ REGIONAL CUSCO